De conformidad con el artículo 5 g) de sus Directrices, el Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 1970 (2011) relativa a Libia publica un resumen de los motivos por los cuales se han incluido personas y entidades en la lista de sanciones.
Incluido en la Lista de conformidad con el párrafo 22 a) de la resolución 1970 (2011), el párrafo 4 a) de la resolución 2174 (2014) y el párrafo 11 a) de la resolución 2213 (2015).
Mus’ab Mustafa Abu al Qassim Omar es considerado un agente fundamental en las actividades de trata de personas y tráfico de migrantes que se realizan en la zona de Sabrata, pero también lleva a cabo operaciones en Zawiya y Garibulli. Su red transnacional abarca Libia, los destinos europeos, los países subsaharianos de donde provienen los migrantes y países árabes, en lo que respecta al sector financiero. Fuentes fiables han documentado que, en sus actividades de trata y tráfico de personas, Omar está confabulado con Ermias Alem, quien se encarga de la “cadena de suministro del este” en nombre de Omar. Se ha demostrado que Omar mantiene vínculos con otros agentes que se dedican a la trata, en particular Mohammed Al Amin Al-Arabi Kashlaf (primo y líder de la brigada de Al-Nasr, a quien también se propone incluir en la Lista), en Zawiya. Un excómplice de Omar, que ahora coopera con las autoridades libias, afirma que, solo en 2015, Omar organizó las travesías por mar de 45.000 personas, en las cuales los migrantes, algunos de ellos menores, arriesgaron la vida. Omar fue el organizador de un viaje que comenzó el 18 de abril de 2015 y acabó en un naufragio en el canal de Sicilia en el que perdieron la vida 800 personas. Según las pruebas disponibles, que proceden entre otras cosas del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas, Omar es responsable de la detención de migrantes en condiciones brutales en Trípoli, cerca de la zona de Al-Wadi, y en las zonas turísticas de la costa cercanas a Sabrata donde permanecen detenidos los migrantes, entre otros lugares. Se ha comunicado que Omar mantenía una relación estrecha con el clan de Al-Dabbashi de Sabrata, hasta que estalló un conflicto respecto a un “impuesto sobre la protección”. Según las fuentes, Omar ha sobornado con dinero a personas cercanas a extremistas violentos de la zona de Sabrata a cambio de una autorización para traficar con migrantes en nombre de los círculos extremistas violentos, que se benefician económicamente de la explotación de la inmigración ilegal. Está conectado a una red de traficantes integrada por grupos armados salafistas de Trípoli, Sabha y Kufra.