De conformidad con el artículo 5 g) de sus Directrices, el Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 1970 (2011) relativa a Libia publica un resumen de los motivos por los cuales se han incluido personas y entidades en la lista de sanciones.
Incluido en la Lista de conformidad con el párrafo 22 a) de la resolución 1970 (2011), el párrafo 4 a) de la resolución 2174 (2014) y el párrafo 11 a) de la resolución 2213 (2015).
Ahmad al-Fitouri es el comandante de la milicia de Anas al-Dabbashi, que anteriormente realizaba operaciones en la zona costera entre Sabrata y Melita. Al-Fitouri es un líder destacado en lo que respecta a las actividades ilícitas relativas al tráfico de migrantes. El clan y la milicia de Al-Dabbashi también mantienen vínculos con grupos terroristas y extremistas violentos. En la actualidad, Al-Fitouri realiza actividades en la zona de Zawiya, después de que en octubre de 2017 estallaran enfrentamientos violentos con otra milicia y con organizaciones rivales que se dedicaban al tráfico de migrantes en torno a la zona costera, en los que murieron 30 personas, entre ellas varios civiles. Al ser expulsado de la zona, Ahmad al-Fitouri prometió públicamente el 4 de diciembre de 2017 que regresaría a Sabrata con armas y fuerza. Ha quedado demostrado en gran medida que la milicia de Al-Dabbashi está involucrada directamente en la trata y el tráfico ilícito de migrantes y controla zonas de las que parten los migrantes, campamentos, viviendas francas y embarcaciones. Se dispone de información que indica que Al-Fitouri ha expuesto a los migrantes, algunos de ellos menores, a condiciones brutales y, en ocasiones, circunstancias mortíferas en tierra y en el mar. Tras los enfrentamientos violentos que tuvieron lugar en Sabrata entre la milicia de Al-Dabbashi y otra milicia, fueron hallados miles de migrantes (muchos de ellos en estado grave), la mayoría en centros de la brigada del Mártir Anas al-Dabbashi y la milicia de Al-Ghul. El clan de Al-Dabbashi y la milicia de Anas al-Dabbashi, que guarda relación con él, tienen vínculos desde hace mucho tiempo con el Estado Islámico en el Iraq y el Levante (EIIL) y las entidades afiliadas a este. Han formado parte de sus filas varios agentes del EIIL, incluido Abdallah al Dabbashi, el “califa” del EIIL de Sabrata. Al-Fitouri también estuvo involucrado presuntamente cuando se orquestó el asesinato de Sami Khalifa al-Gharabli, que en julio de 2017 había sido designado por el ayuntamiento de Sabrata para contrarrestar las operaciones de tráfico de migrantes. Las actividades de Al Fitouri han contribuido en gran medida a agravar la violencia y la inseguridad en el oeste de Libia y constituyen una amenaza para la paz y la estabilidad de Libia y los países vecinos.